sábado, junio 13, 2009

Fortunato

Un ruido. Un pitido insistente. Siempre le había parecido una estupidez seguir un horario terrestre cuando estaba en una misión larga, de todas formas al llegar tendría que readaptarse así que usaba de despertador los sensores de la nave. El razonamiento era que en cualquier caso seguro que lo pillaban durmiendo igualmente. Ley de Murphy.

Miró desde la litera la consola de la nave, alguna ventaja tenía que tener que el espacio vital estuviera tan limitado en la nave, tenía más o menos el tamaño de un piso de soltero en el centro de una ciudad grande así que todo estaba a mano. Todo parecía correcto desde allí, así que haciendo un esfuerzo se levantó de la litera y la plegó contra la pared. El radar no detectaba nada, quedaban aún dos semanas para llegar al cinturón de asteroides y no veía la señal de alarma por ningún lado.

- ¿Por qué demonios pitas, te molesta que duerma?
Pitido.
- Joder, vale, es el comunicador, llaman de casa, a ver si le pongo un sonido distinto y me acuerdo de ignorarlo cuando esté durmiendo. Dime, ¿qué pasa? - contestó mientras apretaba un botón y ponía un tono más sociable.
- Perdona, ¿he interrumpido algo? - Era control de tierra, una voz femenina, joven y sonaba algo nerviosa.
- No pasa nada, sólo estaba durmiendo – vistazo rápido a la consola, botón de videoconferencia – dime Marta.
- Han llegado los informes de las sondas que mandamos a los asteroides, hemos comprobado los datos y creo que hay tres o cuatro sitios con posibilidades, te los estoy enviando. - Marta resultó ser una chica joven, unos veinte años, y con cara de nervios.
- Vale, sí, ya lo veo. Por cierto, cuando dices “hemos” te refieres a que lo has hecho tú, ¿no?
- Hmm, sí, bueno, era una forma de hablar.
- Me habías asustado, pensaba que se habían vuelto locos en la Tierra con el presupuesto, ¿estás de guardia o he tenido la suerte de que te asignen a esta misión?
- Me han asignado la misión, bueno, soy nueva, y por lo que he podido entender, asignarme una misión contigo era una especie de prueba. - Intentaba mantener el tono formal, pero le costaba.
- Puedes llamarlo novatada, sí, ya les diré cuatro cosas a esos cabrones cuando vuelva, de todas formas me alegro, que los tengo a todos muy vistos.
- Deberías tener cuidado con lo que dices, en este canal podrían estar escuchándonos.
- Ah, sí, eso lo daba por hecho, ya que te han metido en esto estarán en algún lado riéndose de ti y apostando a que renuncias antes de que acabe la misión.
- ¿Y por qué habría de renunciar?
- Hmm, no te han contado mucho sobre mi, ¿no? Mejor, ya nos iremos conociendo. Voy a leerme estos informes y ya te llamo luego si me aburro. Corto y cierro.
- Vale, de acuerdo.

jueves, septiembre 11, 2008

Última misión

El viejo general de brigada saludó solemnemente al control de tierra. Esta era su última misión y, paradójicamente, iba a ser también la primera. Le habían explicado con todo al detalle porque desde su retirada, hacía ya bastantes años, la tecnología había avanzado y se había descubierto un método cómodo y seguro para enviar a un ser humano a otro sistema solar. No sabía si lo trataban como a un estúpido o como a una pieza de museo, lo que nadie le decía era lo que él veía evidente, que el precio para la tripulación era, sin embargo, el más grande que puede pagarse.
Subió a la plataforma y escuchó a varios miembros de control hacer las comprobaciones de rigor, cuando terminó el protocolo de seguridad le informaron de que iban a realizar una cuenta atrás de cinco minutos. Era, por supuesto, una formalidad y una costumbre más que una necesidad real, podían activar la secuencia en cualquier momento, pero el retirado militar agradeció que le dejaran al menos unos minutos para acostumbrarse a la idea de que iba a morir.
Cuando le explicaron el proceso lo hicieron parecer como algo muy limpio y muy avanzado, la cámara de lectura analizaba la composición exacta a nivel cuántico de su contenido y lo enviaba en el mismo momento mediante un láser de alta potencia hacia la nueva estación centaurina. La nave que había llevado la estación había ido dejando pequeños repetidores a intervalos regulares durante todo el recorrido que irían reenviando la señal hasta la cámara de reconstrucción de la estación. Una vez en la estación espacial el contenido de la cámara de origen sería reconstruido y él aparecería exactamente igual que era ahora mismo. Para el resto de la humanidad habrían pasado algo más de cuatro años, pero para él sería el instante siguiente. Las naves no necesitaban soporte vital ni evitar las incomodidades de la aceleración para que sobreviviera la tripulación, sólo era necesario enviar a la tripulación como información pura.
El método, sin embargo, tenía un fallo evidente para el general. No importaba cómo lo plantearan, la lectura cuántica iba a matarlo, y cuatro años después se crearía una copia idéntica a él en otro lugar. Él no iba a hacer ningún viaje, él iba morir en la Tierra, a manos de sus propios camaradas en la que sería su última misión.
Acabada la cuenta atrás, el viejo general de brigada saludó de nuevo e instantáneamente se encontró solo en un lugar extraño. La sensación era curiosa, sabía que acababa de nacer en aquella máquina y que estaba exactamente a 4,36 años luz del ser humano más cercano, pero su mente aún no se había acostumbrado a la idea. Salió de la cámara y se acercó a la ventana. Al viejo le habría gustado ser el primero que veía con sus propios ojos otro Sol, pero se conformó muriendo para que la Historia lo recordara, aunque el privilegio fuera para otro.
Se acercó al panel de control y envió la señal de que había llegado y que la misión había sido un éxito. Por delante tenía varios años de soledad y trabajo en la estación, y después podría elegir entre morir allí o morir en la cámara de lectura para que otra copia volviera y recibiera la gloria. Volvió a mirar por la ventana y dejo esa decisión para más adelante.

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miércoles, septiembre 10, 2008

LHC

El ambiente en el laboratorio era de alegría y celebración, las primeras pruebas habían terminado con éxito. Los próximos años iban a ser unos años emocionantes para ser un físico. Y lo fueron, ciertamente, para ser un físico o para ser cualquier otra persona, aunque no todo el mundo disfruta de vivir en una época emocionante.
En retrospectiva los primeros meses hubo muchos incidentes, pero no se tuvieron demasiado en cuenta porque se perdieron entre otros muchos casos supuestamente paranormales, muy de moda por aquella época. No se lo tomaron en serio hasta que un dragón apareció enroscado en la torre Eiffel en el día de Año Nuevo. Por eso decimos que 2009 fue el primer año de la Era de los Prodigios.

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lunes, marzo 31, 2008

Entrega de Premios (Primera Parte)

Ya hace unos días que entregué a Arnau el premio por su relato breve. No tenía muy claro qué premio podía dar, así que hice una visita a la feria del libro antiguo y de ocasión de Valencia, que ha coincidido estas fechas.

Mirando, mirando, me decidí por un recopilatorio de relatos de Rafael Marín, "El Centauro de Piedra". No se puede decir que comprar un libro de ocasión sea apoyar al género, pero bueno, al menos ayuda a darlo a conocer, así que me pareció apropiado.



Al premiado le gustó el premio, o eso creo, ya me dirá más cuando lo lea. Al menos en la foto parece que le gustó.

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jueves, marzo 13, 2008

Resultado del concurso

He tenido un total de dos participantes, de los cuales uno me envió dos relatos y el otro uno. Tengo que decir, a cambio, que me han gustado los tres, así que los voy a colgar todos. A continuación anunciaré cual me ha gustado más a mi, y por tanto se lleva el premio y os dejo la posibilidad de votar un relato como premio del público.

Primer relato:

Tu hijo retrocede torpemente, trastabilla y finalmente cae sentado; tuerce el gesto y aunque su boca está roja, no llora; sus ojos buscan a algún adulto espectador. Disparo tres veces más -- En el retrovisor me veo la cara, anegada en lágrimas. Aun así, mi sonrisa es firme y decidida, y el llanto no me impide ver la carretera; llora, que poco más puedes. No aparto la vista de los árboles que paso, la necesidad de buscarlos es fuerte; pero sabes que eso no va a funcionar. No puedo dominar aun el temblor de mi mano derecha, así que busco chicles en la guantera mientras cojo el volante con la izquierda. Sigue intentándolo mientras te queden energias, pero no te queda nada fuera, y aquí dentro el tiempo juega a mi favor. Cuando te canses de llorar, desaparece.
Autor: Arnau

Segundo Relato:

El Universo se replegaba sobre sí mismo para adoptar una configuración que sólo había conocido en sus inicios. La Muerte se volvió hacia todas las almas que tras ella estaban y dijo: SE ACABÓ EL JUEGO. YO GANO. ¿JUGAMOS OTRA?
Autor: Feo

Tercer Relato:

Tenía 83 años y tras una larga enfermedad, por fín murió. En los instantes posteriores al fallecimiento, conoció por fin la paz que durante décadas había ansiado. Cuando su alma abandonó su cuerpo, vió un largo tunel que tardó 9 meses en recorrer y, cuando por fin emergió a la luz del final, tuvo un único pensamiento fugaz, el último pensamiento consciente en los años siguientes: ¿pero qué mierda es esto? Y antes incluso de que el médico le golpeará en el culo, se echó a llorar.
Autor: Feo



Como digo, los tres me han gustado, pero me decido por el primero creo que principalmente por el partido que le ha sacado a un párrafo y por el estilo de la prosa. Tampoco me voy a poner a hacerme el crítico. Así pues, cuando tenga la oportunidad le entregaré el premio a Arnau y pondré por aquí una foto de la entrega. ¿Votos para el premio del jurado popular?

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domingo, marzo 02, 2008

Fin del concurso

No es que haya habido muchos participantes, y dudo que se reciba ninguno fuera de plazo, así que en unos días publicaré los resultados.

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martes, enero 22, 2008

Concurso de microrrelatos

Hoy me he despertado con una idea en la cabeza, a ver si consigo interesaros.

Voy a hacer un muy poco serio concurso de microrrelatos. No voy a poner ningún tipo de regla en cuanto al tipo del relato, la ambientación o incluso la extensión. La única regla es que no puede alargarse más de un párrafo.

Los relatos se pueden enviar a octal0@gmail.com y aprovechando que el año es bisiesto se podrán mandar relatos hasta el 29 de Febrero. Enviando el relato entiendo que me autorizais a colgarlo en el blog, aunque por lo demás no exijo más derechos sobre él, y en caso de que posteriormente fuera necesario retirarlo, no teneis más que pedírmelo. Me reservo el no admitir los relatos que me apetezca, y por supuesto no hay ningún notario involucrado en esto.

El premio estará a la altura de la seriedad de esta convocatoria y será puntualmente publicado en este blog cuando me haya leido los relatos y haya tomado una decisión. Por supuesto puede quedar desierto, y puedo inventarme algunas menciones honoríficas si lo veo oportuno.

Actualización 23 de Enero de 2008: Contesto aquí a un par de dudas que me han planteado por si a más gente se le han presentado. En primer lugar, no hay límite al número de relatos por participante y no hay necesidad de enviar los relatos con pseudónimo. En segundo, la extensión del relato no está acotada, así que es posible que no sean tan microrrelatos después de todo. La única restricción es que todo tiene que estar en el mismo párrafo, no se puede usar un punto y aparte.

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